Mini-museo musical de sensaciones.

Los museos son lugares increíblemente acogedores, cubriendo la necesidad inmensa de mantener objetos "culturales" para el regocijo y el interés del hombre.

Cavilaba sobre la música y sus grandes exponentes, y supe que dentro mió había un inmenso lugar, donde coleccionaba las sensaciones mas asaltantes dentro de los géneros "sonidísticos".

Comencé a dar vueltas por mi gran museo mental y me topo con el bajo del demonio, el gran Gene Simmons (kiss), en la canción "i was made for lovin’ you", atacándome con su instrumento, no sé si su indumentaria me causaba vibraciones, si era su "ronca" voz, o el sonido de su bajo en ese tema. Seguí recorriendo este recinto mental y me encontré con un teclado, alimentado en la mas pura locura, nada mas ni nada menos que Doug Ingle (iron butterfly) en In-A-Gadda-Da-Vida, enviándome a una oscura introspección, a la cuadra estaba el magnánimo Rick wakeman, "The Myths and Legends of King Arthur and the Knights of the Round Table", uno de los teclados mas impresionantes que he escuchado, esa obra de arte creada el 75, me dejo helado bastante tiempo (también el disco que grabo con yes, "Tales from Topographic Oceans"). Entusiasmado en mi colección, recorrí páramos desolados , ahora mas atento. A lo lejos se escuchaba una batería sucia, era Kevin Haskins (Bauhaus) tocando "Double Dare" para después envolver mis oídos en "Stigmata Martyr". En frente estaba Cerati, "haciéndome volar por la ciudad de la furia". Por nombrar algunos del amplio museo.


Saliendo de la sección Horror-psicodélica-locura y aliados relacionados, entré a la solemnidad por un momento, chocando de frente con el Gato Stevens, "morning has broken" y "moonshadow" borraron mi frenesí en momentos oportunos, yuxtapuesto a este, estaba Miles Davis con su trompeta asordinada, que entregaba toques íntimos a su melodía, "Nefertiti", excelente por excelencia, apaga la tristeza con tristeza trompetística.

Bombardeado (Big in japan -Alphaville) por sonidos de todas formas y matices, ahogado de guitarras, muerto de órganos, arranco del museo, salgo a la calle consciencia (o 22 acacia avenue?) y me doy cuenta de la vasta colección que tiene el mundo sobre los sonidos, caí sin remedio alguno ante tal asombro, ¿quizás era una nueva sensación?.


Los sonidos, la música, confortables y agradables, nos suben al cielo de la mano de Beatriz y nos bajan rápidamente en los pechos de Persephone a lo mas profundo del averno, nos azotan contra las rocas y nos mece como a niños. Como dice mi amigo Verlaine "la música ante todo... y lo demás ya es literatura".


Al son de las campanas, pido disculpa a los que quedaron bajo el ala rota de mi ingenua memoria, a todos ellos, músicos, música, sonidos, y lo que sea... pido humildes disculpas, por no hacerlos sonar en este texto... pero están en el museo!!, en el museo que tienen todos dentro...

There is a light and it never goes out (the smiths)

josé de Dragones y León.